Sé que ubicas perfecto varias de estas situaciones: ir a un lugar con personas que no son de tu agrado, decirle "no" a alguien que amas y sentirte pésimo por haberlo hecho, quedarte paralizad@ ante una actitud grosera, burlona, sarcástica o abusiva de alguien, despertar sobre saltad@ a media noche porque ha sonado tu celular con un mensaje o llamada de una persona que solo quiere contarte sus problemas o incluso solo "saludarte", ver a una persona que te lastima el contacto o que te incomodan sus comentarios.... y así puedo seguir enunciando miles de situaciones donde no has podido mantenerte a salvo o has terminado cediendo y poniendo a alguien más como prioridad en vez de a ti mism@.
Los límites funcionan como una línea que nos divide de los demás y nos permiten establecer relaciones más sanas y basadas en el respeto mutuo; imagina que tu cuerpo de repente no tuviera piel, la piel es la que nos protege de todos los agentes externos que nos pueden causar daño e incluso la muerte, la piel es un límite de nuestro cuerpo que nos mantiene con vida; pues bien lo mismo son todas las actitudes y acciones que nosotros empecemos a establecer en la forma de relacionarnos con los demás y les mostremos como queremos ser tratados.
Aprender a decir "no" sin sentirnos culpables, agradecer lo que alguien nos brinda no nos obliga a corresponder de la misma manera, evitar acudir a lugares o situaciones que no nos gustan, nos incomodan o representan un riesgo para nosotros, establecer cuando es "suficiente" y poner un punto final a las relaciones que nos mantienen en una situación incómoda e injusta, pedir lo que necesitamos, queremos y merecemos, entre muchas más acciones son vitales para el establecimiento de límites que nos mantendrán al margen de abuso físico, emocional, espiritual, sexual, laboral y económico.
Te invito a emprender este viaje del rescate de ti mismo y tener en tu vida equilibrio, bienestar y relaciones sanas... ¿Para ti cuándo será suficiente?
Psic. Lula Estrada
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